jueves, 2 de julio de 2009

la extraño


Si bien antes no te comprendí, chiquita, en la actualidad tengo la certeza de que eres y serás una mujer sabia. Me enseñaste que con unas salchipapas y unos tequeños podía sobrevivir todo un día, aprendí que con la Coca Cola y un poco de angustia podía terminar trabajos en pocas horas sin necesidad de renegar desde el principio... Me llevaste a un cementerio de noche, y si bien debo admitir que al principio me cagaba de miedo, esa noche y esa obra de teatro jamás la sacare de la memoria... Una noche de Jalowin me dijiste que no era necesario usar disfraz para pasarla chévere, al principio lo dudé, total, los disfraces en Jalowin son el cliché de la fiesta, pero luego me convenciste de que no, fuiste un poco severa, pero se logro... No pierdes el tiempo imaginando que mereces tal o cual cosa, simplemente obtienes sin titubeos lo que te viene en gana, lo merezcas o no. Eso te blinda, o eso quiero creer, contra las frustraciones y amarguras que deterioran la felicidad de otras personas. Estás contenta con nada y consigues sin esfuerzo todo. Te basta ser tu misma para estar bien. Siempre seré agradecido de estas lecciones, quedan en los recuerdos de lo que fue una buena época no muy lejana, que se repite en sueños y pensamientos cada día, si bien a veces quise darle vuelta a la pagina, no pude, el papel es muy grueso creo, de diez kilos de gramaje, difícil darle la vuelta...